SÓLO QUEREMOS HACER ALGO MÁS, PORQUE AÚN SOMOS MUY JÓVENES...

Hola, compañer@s:

El "Taller de Prensa" este curso quiere desarrollar una dimensión nueva. Nos sentimos capaces, segur@s y responsables de llevar a buen término un proyecto nuevo. Algo que no sea un "estar en el sótano (Sala de Ordenadores)" y no saber nada más del mundo que nos rodea: C.E.P.A. PAULO FREIRE.

Queremos colaborar más y mejor, dentro de nuestras posibilidades y transmitir nuestras inquietudes, trabajos e ilusiones a todo el conjunto de personas que conforman el Centro. Es por ello que participaremos todo lo que podamos en la revista "TXALAPARTA" y que nos uniremos a iniciativas y proposiciones de otros departamentos o círculos que son E.P.A.

Nosotr@s también tenemos cosas que ofrecer y sabréis a tiempo de nuestras iniciativas. Os informaremos.

Por lo pronto, ya tenemos nuestro Blog al que tod@s tendréis acceso y donde mostraremos nuestros trabajos y nuestras noticias.

Queremos animar a todo el Centro a "ponerse las pilas" y a colaborar con nuestro Taller de Prensa y con la Revista del Centro "TXALAPARTA".

CONTADNOS VUESTRAS COSAS, VUESTROS DESEOS Y SUEÑOS... NOS HAREMOS ECO DE TODO CUANTO QUERÁIS.

De corazón, tod@s l@s que integramos el "Taller de Prensa" de CEPA "PAULO FREIRE" .


viernes, 30 de octubre de 2015

CADENA “SER”                                                                          20-X-2015

Buenos días. Emitiendo “Cadena Ser”.
            Vamos a dar comienzo al espacio de relatos que nos envían nuestros oyentes.

            Ocurrieron los hechos en un pequeño pueblo del norte de España.
            Manuel es un hombre de mediana edad. Un día decidió ir caminando hasta el pueblo vecino. A medio camino, empezó a llover y se preparó una buena tormenta. Buscando dónde poder refugiarse, vio una gran casa y allí se dirigió. Cuando llegó, llamó a la puerta, pero se dio cuenta de que estaba abierta y en su interior, no vio a nadie. Se sentó en un cómodo diván, esperando que alguien apareciera mientras pasaba la tormenta. De pronto, llamó su atención un reloj que estaba sobre una mesa. No pudo resistir la tentación y lo guardó en su bolsillo, pensando regalárselo a su hija a quien seguro le encantaría.
            Al poco rato, apareció un hombre muy bien vestido de rostro huraño y poco agraciado, preguntando qué hacía ahí y cómo había entrado. Enseguida se dio cuenta de que faltaba el reloj que hacía poco había dejado sobre la mesa y pensó que era un ladrón.
            Cogió el teléfono para llamar a la policía, pero desistió ante los ruegos y súplicas de Manuel para que no lo hiciera y le dejara llamar a su hija para que fuese a buscarlo e intentarían solucionar el asunto.
            Al rato, llegó Sonia. Una chica alta, delgada y guapísima. Alberto, que así se llamaba el dueño de la casa quedó impresionado por su belleza.
            Ésta comenzó a decirle que perdonara a su padre, que era un hombre pobre, pero honrado y había tenido una mala tentación. Ella se ofreció a arreglarlo de la forma que él deseara.
            Ese mismo día, una empleada de Alberto había dejado el trabajo y enseguida le propuso a Sonia ocupar su puesto. Le haría un gran favor aceptándolo y se olvidaría del hecho del robo. Ella aceptó encantada, pues les vendría muy bien el dinero.
Trabajando a su lado, Sonia descubrió a una gran persona y se fue enamorando poco a poco de él. La relación laboral pasó a un segundo plano y, con el tiempo, se casaron y formaron una bonita familia.

Nos remitió este relato Estrella León de Vitoria-Gasteiz- EPA “PAULO FREIRE” – TALLER DE PRENSA.
Esperamos les haya gustado. Gracias por su atención y hasta una próxima emisión.


               (¿SABES EN QUÉ CUENTO ME HE BASADO?)


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